Lo primero y más relevante es planificar el presupuesto y analizar las diferentes opciones que hay disponibles. Lo mejor es apostar por una empresa especializada en mudanzas gracias a los excelentes servicios que ofrece: guardamuebles, embalaje… De esta manera, ni tú ni tus empleados tienen que perder tiempo en ponerlo todo a punto para el traslado y podéis dedicaros al 100% a vuestras tareas profesionales.
Una de las primeras decisiones a tomar es la fecha de traslado. Esto depende básicamente de las necesidades concretas de cada compañía, así como del sector. Por poner un sencillo ejemplo, para una compañía dedicada a la venta de helados el momento óptimo sería en invierno, mientras que para otra cuya actividad sea la instalación de calderas, lo lógico sería hacerla en verano.
Cada uno de los empleados debe conocer con detalle cuál es su papel en el transporte de una empresa. Eres tú quien debe decidir qué tareas les asignas. Una de las mejores opciones es que sean los empleados de cada departamento sean quienes se ocupen de empaquetar todos los equipos y documentos del mismo.
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