La temperatura corporal “normal” varía de una persona a otra y, además, puede ser alterada por diversos factores, como el stress, la alimentación, la edad y las altas temperaturas, entre otros. De hecho, el calor puede aumentar hasta niveles peligrosos para el ser humano. ¿Qué puede sucederle a tu cuerpo?
Insolación
Comúnmente conocida como “golpe de calor”, se produce cuando el cuerpo no puede mantenerse fresco a causa de las altas temperaturas, y es afectado por síntomas como desmayos, lipotimia (pérdida repentina y pasajera del conocimiento), debilidad, dolor de cabeza, mareos, calambres y náuseas, entre otros.
Deshidratación
El sudor es el mecanismo natural de refrigeración del cuerpo. En días de mucho calor, esta eliminación de líquidos debe contrarrestarse con una toma adecuada de líquidos. Si no te hidratás correctamente, podés deshidratarte y sufrir, por ejemplo, dolores de cabeza, disminución de la presión sanguínea, náuseas, desvanecimiento u hormigueo en las extremidades.
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